Los hábitos que previenen el desarrollo de enfermedades crónicas
Episodio #90 - Los hábitos que previenen el desarrollo de enfermedades crónicas, con Olga García
"Lo que el paciente trae a consulta es solo la punta del iceberg"
La medicina integrativa se enfoca, más allá del síntoma o la enfermedad, en entender las causas que llevan a una persona a desarrollar una enfermedad crónica, porque lo que verdaderamente le pasa es más profundo.
En este episodio con Olga García, médico especialista en medicina integrativa, le pregunto cuáles son los malos hábitos que, sostenidos en el tiempo, nos hacen más propensos a sufrir enfermedades crónicas, y cuáles son los que nos previenen de desarrollarlas.
El resumen de este episodio:
Cómo es el abordaje integrativo en el tratamiento de enfermedades crónicas como por ejemplo, el cáncer.
Malos hábitos que abonan el terreno para desarrollar enfermedades crónicas.
Hábitos de base para prevenir el desarrollo de enfermedades crónicas.
¿La medicina integrativa es nueva? ¿por qué cada vez hay más interés en ella?
“Se trata de tener una mirada integral al paciente… porque como persona tiene una esfera psicológica, espiritual, social etc., y si no entendemos ese contexto realmente no entendemos todo lo que le pasa al paciente”, comenta Olga.
La medicina integrativa se apoya mucho en la llamada medicina alternativa o complementaria y su objetivo es "aplicar en cada momento la técnica o terapia que resulte más útil para el bienestar del paciente". No son medicinas nuevas, como muchas veces se piensa o se dice con cierto desprecio. En gran parte viene de esta idea que se nos ha metido de que la medicina occidental es la única que funciona, cuando lo cierto es que la medicina complementaria es ancestral y puede integrarse con la medicina convencional.
Por ejemplo, la ayurveda es oficial en la India y la homeopatía está dentro de los sistemas de salud en países como Suiza, Alemania o Francia.
En paralelo, comenta Olga que la medicina tradicional está muy estancada en la cronicidad y hay una dificultad para poder abordar a pacientes crónicos, por eso es también el propio paciente quien se interesa en investigar otras alternativas y demandarlas a su médico.
¿Cuáles son los malos hábitos y causas más comunes en el desarrollo de ciertas enfermedades crónicas?
Hoy se mencionan condiciones como inflamación de bajo grado, disbiosis alargada en el tiempo, resistencia a la insulina y una mala gestión de tóxicos, sistema inmunológico deprimido, estresores muy agudos, malos hábitos de sueño, etc.
¿Qué hacemos en el día a día para potenciar estas causas?
Aunque desde luego pueden haber causas genéticas en el desarrollo de enfermedades crónicas, se sabe que los hábitos tienen un peso importante. Por eso, la medicina integrativa aborde los tratamientos desde un enfoque integral.
Alimentación, deporte, ayunos, suplementación, estrategias horméticas… todo son formas de ayudar a los pacientes a mejorar sus síntomas y a tolerar mejor los tratamientos.
Vamos a verlos uno por uno a continuación.
1. La alimentación y por qué enfermedades como el cáncer tienen un metabolismo que funciona casi a expensas de los azúcares.
“La célula cancerosa solo puede usar un metabolismo a expensas del azúcar… y aunque hay otros que utilizan otro metabolismo… lo que más les gusta comer es el azúcar, la glucosa… y eso es bioquímica pura”.
El ayuno, por ejemplo, es una de esas estrategias ancestrales, y aunque parece que es algo nuevo porque está de moda, lo cierto es que no lo es. El cuerpo necesita tanto nutrirse de comida buena y natural como de tener descansos digestivos.
Así que en este campo, las pautas son las que ya conocemos:
Intentar comer en su mayoría alimentos (no productos).
Reducir a la mínima expresión los azúcares.
Poner ojo en el consumo de carbohidratos simples y procesados.
Hacer descansos digestivos o ayunos (como les quieras llamar) pero aquello de comer 5 o 6 veces al día, es un mito del pasado.
2. Las emociones y qué relación tiene la manera como manejamos el estrés en nuestro modo de enfermar.
“Mi experiencia es que las emociones tienen mucha relación con la manera de enfermar… y hay mucha evidencia de cómo activa de una manera u otra el sistema inmune”.
Puede ser que las emociones hayan provocado un estrés crónico como caldo de cultuvo para el desarrollo de la enfermedad o bien porque la enfermedad en sí misma provoca muchas emociones, pero de cualquier forma siempre hay que trabajar las emociones también en consulta, dice Olga.
En este campo los hábitos sociales permiten llevar mejor la gestión emocional:
Cultivar una vida social saludable, con amistades y relaciones buenas.
El contacto con la naturaleza.
Hacer actividades placenteras que sean útiles para ti.
El deporte y el movimiento en general.
Bajarle dos a la tendencia de hacer mil cosas al día.
Buscar momentos de calma y silencio.
3. La mala gestión de tóxicos y de radicales libres.
Estamos expuestos a muchos tóxicos a diario y no podemos vivir en una burbuja, eso está claro. Pero lo que sí podemos hacer es cerrar un poco el grifo a la exposición a tóxicos.
Algunos de los tóxicos a los que más nos exponemos vienen de los productos de limpieza, lo que nos ponemos en la piel y lo que comemos.
Con cada uno de ellos hay cosillas que podemos hacer, poco a poco, y sin agobiarnos. Te dejo episodios donde hablo de ello:
4. Bioritmos y descanso
“Por la noche el sistema inmune se activa y el eje tiroideo también… pero si de noche estamos cenando súper tarde, estamos expuertos a la luz de pantallas, etc., pues esos sistemas no están trabajando porque están recibiendo la información de 'estamos despiertos'”.
Por eso es importante vivir según nuestros bioritmos.
Las horas de luz para tener actividad y las horas de oscuridad respetarlas y permitir que el cuerpo se prepare para dormir.
Olga lo explica estupendamente con el ejemplo del jet lag: Si el sistema inmune empieza a trabajar a las 21:00 hr y nos vamos a dormir a las 12:00 hr, pues ya llevamos unas cuantas horas de jet lag. Y esto repetido una y otra vez en el tiempo… ya te puedes imaginar.
Para cuidar nuestros bioritmos:
Tomar el sol en las horas de luz: dar paseos, hacer pausas en la ventana, recibir una llamada caminando. Ojo, sin protección solar, si son periodos cortos.
Evitar la luz azul de las pantallas por la noche. Configura tus dispositivos para que cambien a luz cálida/amarilla y establece una hora de desconexión total.
No encender luces muy brillantes o blancas por la noche. Prefiere las luces cálidas, amarillas o rojas.
Está claro que no se trata de hacerlo todo perfecto, ni mucho menos de agobiarse, sino de conseguir lo que se conoce como flexibilidad metabólica.
Flexibilidad metabólica y cómo conseguirlo
“El verdadero concepto de salud es la flexibilidad, ser capaz de adaptarnos a los estresores. Recibir un estresor, darnos cuenta que lo es, sentirlo física y emocionalmente y ser capaz de adaptarlos y de pasarlos. Al final, ese pequeño estresor acaba por hacernos más fuertes.”
Si lo simplificamos, lo que hacemos a diario puede resumirse en: comer, beber, dormir y movernos. No podemos hacerlo todo perfecto, ni comer perfecto, ni descansar perfecto… y tampoco se trata de eso.
Se trata de tener una salud que pueda adaptarse a la vida misma. Si de base tienes buenos hábitos y forman parte de tu estilo de vida, se convierte en algo sostenible en el tiempo. Así, el día que te salgas de tu rutina tu cuerpo será capaz de adaptarse a ese estresor sin problema y volver al ritmo habitual.
A una persona que tiene un estilo de vida saludable en principio le cuesta mucho menos reponerse de un día de fiesta, por ejemplo, que una que tiene malos hábitos de salud. La idea es esa, tener en la mochila una serie de herramientas que te ayudan a recibir esos estresores, adaptarse y reponerse sin problema.
El peor #todomal
Para Olga, el peor 'todo mal' es institucionalizar lo de comer un poquito de todo.
“Es una creencia que habría que dinamitarla… no se puede comer de todo un poco, por supuesto que no, no creo para nada en eso… y mucho menos una persona enferma. Así como no le daría chucherías y procesados a un niño pequeño, tampoco se lo daría a una persona enferma”
Es un cajón de sastre peligroso, porque se inclina a normalizar malos hábitos.
Ya hemos hablado que el objetivo es la flexibilidad metabólica, y sí, sabemos que vamos a comer de todo un poco en algunos momentos, pero no hay que institucionalizarlo como una recomendación, ni hacer gala de eso. Entre lo uno y lo otro hay una gran diferencia.
Gracias por estar ahí 🥰
Sigamos Cambiando un #TodoMal por un #TodoBien
¡Nos leemos pronto!
Nina.
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